
El apetito de OpenAI por la computación ha alcanzado un nuevo nivel. La compañía se ha asociado con las surcoreanas Samsung y SK Hynix para asegurar un suministro masivo de chips para su audaz proyecto Stargate , un plan de infraestructura de nueva generación que podría redefinir la escala del desarrollo de la IA.
Según los detalles, las empresas producirán hasta 900.000 obleas de semiconductores cada mes para mantener alimentados los modelos hambrientos de OpenAI, una cifra que francamente suena más a ciencia ficción que a un objetivo trimestral como el que se informa aquí .
Sin embargo, hay un giro inesperado: Samsung no se limita al suministro de chips. La compañía ha lanzado la idea de construir centros de datos flotantes , enormes centros de inteligencia artificial en el mar que prometen refrigeración más económica y menores emisiones de carbono.
La propuesta parece descabellada, pero llega en un momento en el que el consumo energético mundial vinculado a la IA se está disparando.
La propia Samsung confirmó que está estudiando activamente los beneficios medioambientales de estas soluciones no convencionales.
Vale la pena recordar que OpenAI no se mueve en el vacío.
Nvidia, el gigante de los chips que ya se suma a la ola de la IA, anunció recientemente planes para inyectar hasta 100 mil millones de dólares en las necesidades de infraestructura de OpenAI , una apuesta asombrosa que subraya cómo la computación se ha vuelto central para la supremacía de la IA, según Reuters.
Si te preguntas por qué la carrera de la IA se parece más a una carrera armamentista, es porque lo es.
Mientras tanto, sus rivales no se quedan de brazos cruzados. DeepSeek, una de las empresas emergentes de China, acaba de lanzar lo que denomina un modelo «intermedio» y, al mismo tiempo, redujo los precios de las API a la mitad, una táctica agresiva para atraer a los desarrolladores, según informó Reuters .
El mensaje es claro: la competencia global en IA es cuestión de costos, velocidad y capacidad computacional, y todos intentan superar a los demás.
Sora 2 por parte de OpenAI , su plataforma mejorada de generación de video, muestra cómo la compañía está llevando su tecnología más allá de los laboratorios a las manos de los consumidores, compitiendo no solo en potencia bruta sino también en narración, entretenimiento y medios, como lo destaca Barron’s .
Si a eso le sumamos el peso del hardware de Samsung, de repente la imagen parece menos la de un acuerdo comercial y más la de una campaña global por el dominio de la IA.
¿ Qué significa todo esto? Personalmente, siento que estamos presenciando la industrialización de la IA en tiempo real.
Granjas de servidores flotantes, cadenas de suministro de chips que valen miles de millones de dólares y aplicaciones de vídeo diseñadas para capturar nuestras horas libres: esto no son sólo noticias tecnológicas, sino el andamiaje de un nuevo mundo digital.
La verdadera pregunta no es si OpenAI puede construir Stargate, sino si el resto de nosotros estamos listos para vivir bajo su sombra.