
Google acaba de lanzar una bola curva a la carrera del vídeo con IA al anunciar Veo 3 , la versión más reciente de su modelo de vídeo generativo, ahora optimizado para formatos verticales y con un precio inferior al de la competencia. Si alguna vez te has preguntado cuándo el vídeo con IA empezará a funcionar directamente en TikTok, Instagram Reels o YouTube Shorts, la respuesta es: ahora mismo.
Lo interesante de esta actualización no es solo la compatibilidad con la relación de aspecto 9:16. También es el cambio de precio. Generar vídeos con Veo 3 ahora cuesta alrededor de $0.40 por segundo , una reducción considerable respecto a los $0.75 de las versiones anteriores.
Para los creadores con poco presupuesto pero ávidos de contenido, esto es un punto de inflexión. La compañía también lanzó un modo «Rápido» a solo $0.15 por segundo , cambiando algo de calidad por velocidad, lo que, sinceramente, parece un guiño al caos de los videos virales actuales, que te lo pierdes en un abrir y cerrar de ojos.
Aquí es donde la cosa se pone interesante: este movimiento se produce justo cuando Nvidia presenta Rubin CPX , su propio chip de IA diseñado específicamente para gestionar la generación de vídeo de alto volumen. Si Nvidia está desarrollando la fuerza, Google claramente aspira a dominar la distribución.
Con la integración de YouTube en el horizonte, la batalla no es sobre si el video con IA dominará, sino sobre quién establecerá las reglas del juego .
Por supuesto, toda esta brillante innovación trae consigo el problema no tan menor de la autoría y los derechos de autor.
Ya estamos viendo chispas en Cannes, donde un largometraje asistido por IA llamado Critterz ha desatado acalorados debates sobre si el arte hecho con IA es verdaderamente “arte” o simplemente una remezcla sofisticada.
Los críticos sostienen que falta el alma creativa, mientras que los partidarios insisten en que la IA es sólo el siguiente pincel en el kit de la humanidad.
En una nota personal, no puedo evitar preguntarme cuánto tiempo pasará antes de que no podamos distinguir si los anuncios, cortometrajes o anuncios de campañas políticas que estamos viendo fueron filmados con una cámara o convocados por un código.
Claro, la democratización del contenido es emocionante: ahora cualquiera puede ser narrador. Pero también parece un arma de doble filo: más barata, más rápida, más accesible, sí, pero también facilita que la desinformación y las narrativas falsas se propaguen como un reguero de pólvora.
En definitiva, Veo 3 es más que una simple actualización tecnológica. Es la apuesta de Google por el futuro de la narrativa digital: vertical, concisa y optimizada para el pulgar que se desplaza.
Que esto sea bueno o malo probablemente dependa de si eres un creador, un consumidor o uno de los reguladores que intenta desesperadamente mantenerse al día.